La Pascua es el anuncio esencial, el único que realmente importa. “Él va delante de vosotros”: dondequiera que el hombre vive, trabaja, edifica su ciudad, parte su pan, en la alegría, en el trabajo y en el dolor.
Toda nuestra vida, aunque sea inconscientemente, es una búsqueda continua. Con la expresión “Buscar de nuevo” pretendemos tomar conciencia de ello y preguntarnos: ¿cuáles son las necesidades que sentimos en este momento? que requieren nuestra atención y que deberían estimular nuestra investigación?
“Buscar de nuevo”, pero ¿qué? ¿Cuál es el área de nuestra existencia que debe tenerse en cuenta y que, en cambio, descuidamos?
Junto a esto, otra pregunta también es importante: ¿buscar a quién? Nuestras vidas se han estructurado gracias a la importante y significativa presencia de algunas personas. ¿A quién necesitamos, en este momento, para pasar por la difícil experiencia que nos ofrece la vida?
Por eso es importante “buscar de nuevo” y mirar a nuestro alrededor para experimentar la sorpresa del descubrimiento. La historia que estamos viviendo, y que los hechos de las noticias diarias nos vuelven a proponer en toda su problemática, nos pide continuamente que estemos presentes y dispuestos a responder creativamente, expresando así nuestro amor por la vida.
El tiempo pascual nos hace sentir en buena compañía con los discípulos de Jesús, perdidos le buscan en el sepulcro, lugar de muerte, donde no se encuentra la vida: «¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, ha resucitado”. La Pascua es el anuncio esencial, inequívoco, el único que importa.
Preparémonos para escucharlo. ¿Dónde? En todos lados. Dondequiera que el hombre viva, trabaje, construya su ciudad, parta su pan, en la alegría, en el cansancio y en el dolor, “Él va delante de vosotros”. Esta es la entrega de Semana Santa. Una entrega que nos consuela porque nos dice que la novedad, el cambio y una nueva experiencia de vida nos están reservados también a nosotros, si nos ponemos a investigar.