La historia nos invita a ampliar la mirada, a ser conscientes de que cada período histórico ha pasado por sus crisis y ha tenido que afrontar sus desafíos.
Es importante aumentar nuestra conciencia de que los cambios profundos que estamos viviendo llevan dentro de sí impulsos vitales que deben ser reconocidos, acogidos, apoyados y transformados en oportunidades. Es fundamental no dejarnos abrumar por la angustia de la incertidumbre, por el miedo a la precariedad y sobre todo por la impotencia ante las múltiples situaciones de destructividad y muerte que conocemos cada día.
La historia nos invita a ampliar la mirada, a ser conscientes de que cada período histórico ha tenido sus crisis, sus impasses y ha tenido que afrontar sus desafíos. A través de ellos se han abierto nuevos caminos para el viaje de la humanidad.
Desde hace algunos años, los sociólogos vienen definiendo nuestra época como una era de cambio civilizacional.
El cambio político que se está produciendo es cada vez más visible. La necesidad de seguridad crea la ilusión de que tener gente fuerte al mando hace más fácil lidiar con la complejidad del mundo globalizado. Los nacionalismos y los populismos dividen a Europa, que desde su fundación viene mostrando su cara más frágil.
Las inundaciones que han afectado también al territorio italiano, los tornados, los incendios, que se han vuelto más masivos y fuera de control debido al cambio climático, aún no son suficientes para determinar opciones diferentes por parte de quienes, negando la realidad, persiguen procesos miopes. de explotación de los recursos del planeta.
Aunque el cambio social en curso parece irreversible, los intentos de bloquear el movimiento de los pobres hacia los países ricos y opulentos mediante la construcción de verdaderos muros y leyes injustas continúan sin cesar. El desarrollo de las tecnologías, que son la base de la aceleración del cambio cultural, nos pone muchas veces en crisis en nuestras tareas educativas hacia las nuevas generaciones.
¿Cómo podemos ayudarnos a vivir este presente nuestro manteniendo actitudes de confianza, esperanza y apertura a lo nuevo?
Inédito: una palabra que se nos ha hecho familiar escuchando las enseñanzas de Don Carlo Molari, muy querido también por Don Mario. Esperando el futuro como novedad, tratando de captar en los fragmentos de Vida que se nos ofrecen, las oportunidades para hacer crecer lo nuevo.
Sólo si tenemos el coraje de permanecer dentro de los desafíos de nuestro tiempo, podremos vislumbrar las semillas de novedad que ya contiene.
“Mirad, yo hago algo nuevo; ya está a punto de brotar, ¿no lo percibís?” (Is.43,19)
Agnese Mascetti